*La emblemática empresa, que popularizó los recipientes herméticos, los últimos seis meses ha perdido más de un 75% de su valor.
Tupperware corre peligro. La longeva empresa responsable de los famosos recipientes para guardar alimentos no está pasando su mejor momento y hay quienes afirman que podría desaparecer.
El pasado lunes, el precio de las acciones de la compañía cayó en un 50 por ciento, para luego recuperarse levemente el martes. Esta noticia se suma a un comunicado emitido recientemente por la marca -según un informe de la BBC- en el que sus representantes afirman que hay “dudas sustanciales” sobre si podrá seguir en pie de aquí a futuro.
Desde hace tiempo, las ventas de la empresa estadounidense están cayendo considerablemente por motivos que más adelante ampliaremos. El principal, creen los especialistas, tiene que ver con su incapacidad para conquistar al público joven.
A la empresa no le bastó con haber incrementado su patrimonio durante la pandemia (la gente cocinaba más en sus casas), ya que cuando el mundo retornó a su relativa “normalidad” todo volvió a ser como antes. Eso sí: el parate afectó las ventas de productos en China, uno de sus mercados más importantes.
Ahora, tras evitar que eliminaran sus acciones de la Bolsa de Nueva York por no presentar su informe anual, Tupperware tendrá que reestructurar su deuda una tercera vez, después de haber tenido que hacerlo ya dos veces desde agosto de 2022.
Además, deberá pelear contra los costos crecientes de los intereses de sus préstamos mientras elabora una nueva estrategia de negocio, trabaja con asesores financieros para asegurar más dinero o vende propiedades. Debido a esto, la compañía informó que «actualmente prevé la posibilidad de no tener una liquidez adecuada en el corto plazo» y que su continuidad está en riesgo.
Hace un mes, la nueva directora financiera de la empresa, Mariela Matute, dijo que en Tupperware están “confiados» de que van a poder operar «sin ninguna duda sustancial en 2023».
¿Por qué «falló»?
Las famosas fiestas Tupperware de los cincuenta y sesenta para comercializar los novedosos recipientes quedaron bien lejos en el tiempo.
Fue este método de venta directa en casas particulares el que, según Saunders, llevó al Tupperware del siglo XXI a una situación complicada. Para él, los clientes más jóvenes ya no conectan con este modo de comprar.
Muchos prefieren hacerse de productos parecidos que sean más baratos o ecológicos en tiendas callejeras o -sobre todo- en shops online.
¿Cómo podría salvarse?
Si bien hay quienes son más optimistas, como la directora financiera de la empresa, otros, como Saunders, no ven con buenos ojos que Tupperware pueda revertir su situación.
El especialista afirma que si la empresa hubiera cambiado diez años antes, todo sería diferente. Ahora es demasiado tarde.
Una alternativa que le queda a la compañía es aprovechar su reconocimiento en Occidente para captar la atención de empresas como Walmart o Amazon.
Una marca con historia
Tupperware fue fundada en 1946 por el químico estadounidense Earl Tupper. Desde aquel entonces su modalidad de venta principal fue la que persiste hasta el día de hoy: la del comercio directo en el que las personas ganan un porcentaje por los recipientes que venden.
Últimamente, de todas maneras, Tupperware también vende sus productos en tiendas minoristas, como los Target de los Estados Unidos, y aumentó su gama de productos: hay botellas, luncheras y más.
Sus recipientes, vale recalcar, son su producto estrella. Los envases para de plástico que lanzó la marca allá a mediados del siglo XX fueron toda una revolución. En aquel entonces las personas guardaban sus comidas en tarros de otros materiales y los «tupper», con el tiempo, terminaron facilitando las cosas en muchos sentidos.
Los recipientes de la marca son envases herméticos de polietileno a prueba de aire y agua gracias a su tapa de doble sellado.
Con información de Clarín.com