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Politicos, partidos, la CDHM, diputados y hasta el obispo salen a defender al Fiscal

•Pero nada dijeron sobre la justicia para Ariadna Fernanda.

La columna de Andrés Salas
¡Hipócritas! No hay mejor calificativo para quienes hoy salen a pedir justicia por la detención del fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, arrestado el pasado viernes en Cuernavaca, Morelos acusado de retardar la justicia para el feminicidio cometido en contra de Ariadna Fernanda.

Apenas salía de su casa Uriel Carmona acompañado de elementos de la CES Morelos, cuando ya sus aliados comenzaban a compartir mensajes en redes sociales de apoyo y enojo por la detención del funcionario que presuntamente mintió sobre las causas de la muerte de la joven encontrada en Tepoztlán.

Hubo quienes se tiraron al piso y hasta comparó al fiscal con un santo que buscaba la paz en el estado; también la CDHM salió al quite diciendo que se trataba de una detención ilegal, bueno, hasta el ex Gobernador de Morelos, Graco Ramírez escribió en sus redes sociales su molestia por la captura de Carmona Gándara; y claro, como no iban a estar molestos, si se había detenido a quien desde la fiscalía de Morelos operaba para incubrirles delitos y hasta financiar campañas en contra del Ejecutivo estatal.

Ningún servidor público debería de gozar de fuero, pues en el caso de Uriel Carmona Gándara, su privilegio constitucional, lo protegía de no ser juzgado por un delito cometido por él y en el cual, una joven iba a ser culpada de su propia muerte, aunque la realidad era, que el amigo del fiscal fue el responsable del feminicidio perpetrado contra Ariadna Fernanda.

Con la detención y vinculación del fiscal general del estado, el Gobernador tiene la puerta abierta para enviar una terna al Congreso lo más pronto posible y los Diputados, tendrán la obligación de nombrar un sustituto, pues de negarse, la ciudadanía confirmará la complicidad de estos con Uriel Carmona, el hoy imputado y vinculado a proceso que ya tiene como domicilio una trinaria en el reclusorio Sur de la Ciudad de México.

En tanto, debería el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en Morelos ir presentando su renuncia al cargo, derivado de los nexos que tiene con el hoy imputado, en tanto, el Diputado local Alejandro Martínez Bermúdez, está obligado a declarar su relación con el todavía fiscal de Morelos; que diga pues si era o no su «gato».

El G15 en el Congreso del estado de Morelos, deberá poner en una balanza si continúan poniéndole el pie al Gobernador, pues en una de esas, se convierten algunos de ellos en los vecinos del fiscal «carnal». Cayó el primero y muy seguramente caerán más. Acuérdense que «Por no tener ideales cayó la antigua Roma con toda su corte de bajezas y de inmoralidades». Hasta la próxima apreciados lectores.