*Acusan de negligencia médica a cirujano del nosocomio.
Por Andrés Salas
Madre del menor Carlos Emmanuel de 10 años de edad, acudió al hospital general de Cuautla el pasado domingo 22 de mayo alrededor del medio día, su hijo presentaba un dolor abdominal en la parte baja e izquierda, al llegar al nosocomio, fue atendido en el triage y de manera inmediata le dijeron a la madre del menor que no había cirujano, que regresará al otro día, esto, sin haber hecho ningún estudio para definir que padecía el menor.
Al siguiente día, nuevamente llevó a su hijo, quien continuaba teniendo un dolor en el estómago, mismo que se había agudizado. El pequeño fue aceptado en el área de urgencias, le realizaron refiere la madre, un ultrasonido y análisis clínicos, mismos que confirmaron que era necesario retirar la apéndice. Fue hasta la noche del martes, que fue realizada la cirugía, al finalizarla, le informaron a la mamá que todo había salido bien, el menor estuvo en observación por dos días más y fue dado de alta el viernes 27 de mayo.
Sin embargo, a pocas horas de encontrarse en su domicilio, el niño informó a su madre de un olor fétido que salía desde su drenaje colocado en el estómago, decidieron esperar unas horas y el menor comenzó nuevamente con dolor y ahora con vómito.
Fue ingresado al área de urgencias en el hospital general de Cuautla, le realizaron nuevamente un ultrasonido, para ese momento quien lo acompañaba era su abuelita del menor, al recibir los resultados e irlos leyendo, el cirujano que había realizado la operación, le arrebata los papeles de la mano y asegura la abuelita que el médico se reunió con algunas enfermeras y médicos para hablar en voz baja. Nunca le dijeron cual era el diagnóstico de su nieto, solo le mencionaron que debería permanecer en observación.
Según refiere la madre del menor, a Carlos Emmanuel le aplicaron durante estos días antibióticos. El primero de junio le informaron que el menor debía ser trasladado al hospital del niño y adolescente morelense, pues debería ser intervenido otra vez. Al llegar al nosocomio en la capital morelense, tras diversos estudios, informaron a los familiares del menor que presentaba una perforación de colon e intestino, diagnóstico que según refieren, se generó a consecuencia de una mala intervención al retirar la apéndice.
El menor de apenas 10 años, volvió a ser operado de emergencia, pues podían contaminarse sus órganos, lo que ponía en riesgo su vida. Tras varias semanas, regresó a su casa, hoy continúa convaleciente. Por su parte, la mamá del menor pide que se haga justicia, pues tras una mala atención, su hijo estuvo en riesgo de morir, además de que hoy, sus ingresos son mínimos por ser madre soltera y no poder adquirir los medicamentos que el menor requiere.
