Por Ofelia Espinoza
A cinco años después del sismo de 2017, Mexicanos Contra la Corrupción ha mostrado a través de una investigación que Morelos recibió más de 15 mil millones de pesos para su reconstrucción, de los cuales se han registrado posibles desfalcos por mil 893.8 millones de pesos en obras inexistentes, de menor calidad, inoperables, recursos que no se entregaron o no se justificaron, y se desconoce el destino de 743 millones de pesos.
El 19S miles de personas en Morelos perdieron su patrimonio, pero otros miles, principalmente empresarios hicieron su agosto con contratos millonarios de adjudicación directa, además de que los entonces funcionarios estatales y federales recibieron “moches” de los contratos para construir escuelas, proveedores cobraron facturas sin entregar los insumos o subieron el costo de los materiales sin control, algunos particulares lograron múltiples ayudas indebidamente, pero los más pobres, quienes perdieron todo fueron discriminados y apartados de la ayuda precisamente por no tener una propiedad.
De acuerdo a las autoridades que se han realizado se han registrado posibles desfalcos por mil 893.8 millones de pesos en obras inexistentes, de menor calidad, inoperables, recursos que no se entregaron o no se justificaron, y se desconoce el destino de 743 millones de pesos, sin embargo, éstas no van por el dinero y no proceden con las denuncias. Los responsables viven impunes y con el dinero para los damnificados en la bolsa.
Algunos de quienes más perdieron fueron los damnificados del municipio de Jojutla, quienes fueron los más golpeados por el sismo que tuvo como epicentro el municipio de Axochiapan, en donde algunos de ellos el sismo los dejó sin casa, trabajo y muebles.
Cómo fue un hombre de 63 años, Aniceto quien de acuerdo al reporte de MCC, el hombre quedó fuera de los recursos que se distribuyeron en 2017 y 2018 del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), del Plan Nacional de Reconstrucción de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), en 2019 y 2020, y de la ayuda que otorgó el organismo estatal Unidos por Morelos (UXM), creado para apoyar a los que quedaran fuera del Fonden.
Esto debido a que en 2017, las Reglas de Operación del Fonden dictaban que el apoyo de reconstrucción era para dueños o poseedores legítimos de la vivienda; pero también decía que, de no disponer de suelo para la reubicación de las familias, las entidades adquirirían predios para el uso habitacional, debían aportar 90 por ciento de los recursos y 10 por ciento el Fonden.
Pero el ex gobernador Graco Ramírez omitió comprar terrenos para atender a estas familias, que como don Aniceto quedaron sin nada y en el olvido, buscando y tocando puertas, ya que el gobierno los olvidó.
Desde el terremoto de 1985 se les conoce como “los desdoblados”: familias que vivían en segundo o tercer piso y se les cayeron sus casas, pero sólo había un dueño, explica a MCCI Juan Ángel Flores Bustamante, alcalde reelecto de Jojutla.
Su municipio tuvo 2 mil 900 familias afectadas y a la fecha 180 están sin vivienda por tres motivos principales: no quisieron o no hicieron trámites, no tienen manera de demostrar su propiedad o vivían a las orillas del río Apatlaco, zona prohibida y de alto riesgo.
Para “los desdoblados”, el municipio compró y electrificó un terreno de 16 mil metros cuadrados en la colonia Emiliano Zapata y lo donó a la Fundación Échale, la cual construyó 89 casitas que están próximas a entregarse. El gobierno estatal por su parte puso el agua y el drenaje.
Pero en este caso, las autoridades federales transfirieron a un particular la responsabilidad de elegir a los beneficiarios. “La Fundación hizo las listas y decidió a qué familias incluir”, explica el alcalde.