La columna de Andrés Salas
Por la madrugada y como es su costumbre, la Diputada Federal por el tercer distrito con cabecera en Cuautla, Juanita Guerra Mena, envió a su personal, para montar un módulo de sombra, así como sillas frente al palco de honor ubicado en la avenida Reforma en Cuautla, lugar por donde pasaría el desfile conmemorativo al CCXI aniversario del Rompimiento del Sitio de Cuautla de 1812.
Personal del Gobierno del Estado, no pudo impedir que el personal de la Legisladora Federal lograra su cometido, pues cuando logística del estado se dio cuenta, ya habían terminado de instalar el palco de Juanita Guerra Mena. El problema, es que este fue instalado en el espacio que ya había sido destinado para la prensa que acudiríamos al evento, lo que generó problemas para quienes teníamos previsto cubrir el evento desde ese sitio.
Por la mañana, comunicación social del Gobierno del Estado, informó a la prensa, que lamentaba el hecho generado por Juana Guerra y llamó a la prensa para colocarse en otro espacio alterno. Sin embargo, las cosas no acabarían ahí. La también hija de Rosita Guerra Mena, llegó al palco principal para buscar tener un lugar, pero sencillamente dijo quería estar sentada a un costado del Gobernador, es decir, quería como siempre aparecer en primera fila; lugar si tenía ahí pero no le gustó, lo que hizo que Juanita Guerra explotara.
A través de sus redes sociales, difundió un video, donde aseguraba que había sido maltratada por parte del personal del estado y que su familia había sido violentada, lo cual, por supuesto, fue una mentira. En su declaración, dijo que presentaría una denuncia ante la Fiscalía General de la Republica, aunque nunca dijo bajo que cargos. Pues sería ridículo que la Legisladora Federal acuda a tal dependencia a acusar que no le dieron el lugar en el que ella quería estar. Ahora, la Diputada Federal Juanita Guerra Mena dejó de ser de la realeza y no le quedó de otra más que quedarse enfrente y tener que disfrutar del desfile desde una silla que ella tuvo que pagar y ser vista por los políticos y militares desde arriba.
A usted estimado lector, ¿Qué le pareció la actitud de la Diputada Federal? mi abuelita decía: Si no le gusta el infierno, ¿para que le coquetea al diablo? Hasta la próxima apreciados lectores.