*Tras la salida de Yanet Lupercio de la dirección de Teatro Narciso Mendoza, decidió no seguir realizando la puesta en escena.
Por Andrés Salas
Cada obra, cuento y película tiene siempre una bruja, o un personaje cuya maldad sobrepasa los límites. En la vida real también lo vemos, aunque en ocasiones aparecen como blancas palomitas que en el caso local dicen y juran amar a Cuautla. Y eso pasó en el teatro «Narciso Mendoza», pues tras el inicio de la administración, el Alcalde Rodrigo Arredondo, decidió nombrar a Yanet Lupercio como la directora del emblemático teatro de la ciudad.
No pasaron ni dos meses y la funcionaria, comenzó con malos tratos al personal, pero sobre todo, inició los cobros extra oficiales a productores y empresarios que rentaban el teatro. El propio Odín Dupeirón durante su presentación, señaló a la titular del «Narciso Mendoza» de prepotente y mala administradora, sin embargo, continuó por varios meses más en el encargo.
El año pasado, se acordará usted de la presentación de la obra «Los Sitiados», una adaptación del libro escrito por Rafael Vázquez Chávez mejor conocido como «El Beatle de Cuautla», tal puesta en escena, fue financiada por el propio ayuntamiento, el gran error, fue haber confiado en Yanet Lupercio. Pues la hoy ex funcionaria, tras su salida del ayuntamiento por la pérdida de confianza, maltrato al personal y cuentas poco claras, decidió dejar de presentar la obra y abandonar los ensayos de los actores, a quienes les dijo que el ayuntamiento ya no quería pagar por las presentaciones, aún y cuando eso no fue cierto.
Lo cierto, es que hoy, Rafael Vázquez Chávez, ya ha culminado de escribir otra obra, la cual ya adaptan para tener una gran puesta en escena el próximo año, ha trascendido que muy pronto se abrirá una convocatoria para que actores locales participen en la obra denominada «La intrépida Barragana».
El ayuntamiento, nuevamente invertirá en una obra de teatro que retrata una de las batallas más importante del Sitio de Cuautla de 1812. En esta ocasión, el gobierno local gozará de los derechos de autor, con la única finalidad de salvaguardar el trabajo y evitar que como en el cuento de blancanieves, una bruja llegue a ofrecer una manzana y al morderla suelte el veneno. Ya lo decía mi abuelita: «A veces sale más caro el caldo que las albondigas». Hasta la próxima apreciados lectores.