*Paulo, morelense, a unas horas de ingresar al río Sena en contienda de nado en aguas abiertas.
A Paulo Strehlke Delgado le basta con enfundarse en el traje de baño para sentir la adrenalina y encender los motores. Su conversión es similar al que sucede a los luchadores cuando se colocan la máscara o la capa; en ese momento son otros, son invencibles, competidores.
“Cuando me pongo el traje de competencia, simplemente algo se prende en mí y ya voy al 100%”, dice el joven de 18 años, nadador de aguas abiertas en los Juegos Olímpicos, con cita para las 23:30 horas en México, en la prueba de 10 kilómetros en el emblemático Río Sena, con vista inmejorable a la Torre Eiffel.
Strehlke, hijo de madre mexicana y padre alemán, es el primer morelense y segundo mexicano en toda la historia, en obtener boleto a Juegos Olímpicos dentro de la disciplina de aguas abiertas; su plaza la consiguió en el pasado Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos Doha – Qatar 2024.
Un día antes de partir a Paris, “El Shulo”, como le llaman sus compañeros, comparte a SIN LÍNEA su admiración por los atletas italianos Thomas Ceccon y Gregorio Paltrinieri; “yo creo que ellos dos son los que más me influyen”, confía.
Su especialidad es aguas abiertas, que consiste en realizar recorridos muy largos y son considerados el maratón de la natación.
Eso exige mucho esfuerzo, mucha disciplina, se subraya.
“Sí, mucha disciplina, porque tienes que tener resistencia y velocidad, así que el entrenamiento es muy duro”.
¿Hablando de héroes, a quien admiras de la historia?
“A todos los grandes líderes, podría decir que Napoleón, Alejandro Magno y Marco Aurelio”.
Guerreros, con una disciplina fuerte y además conquistadores.
“Sí, yo creo en Marco Aurelio porque vivió hace tanto tiempo y tenía pensamientos que hoy en día siguen siendo muy relevantes y muy importantes, así que yo creo que él sería uno de mis héroes”.
Alejandro Magno no tenía límites para alcanzar sus metas, ¿así te ves?
“Sí, yo creo que me gustaría verme así, sin límites”.
El sabor de la victoria
Paulo evoca su primer contacto con el agua y su memoria se remonta a los dos años de edad, cuando comenzó a tomar clases de natación. Sus recuerdos lo acompañan de un frío que recorre su cuerpo por la temperatura del agua, lo cual lo hizo sentir incómodo.
Cuenta que a los 13 o 14 años finalmente le agradó la idea de entrenar aunque desde los ocho años su entrenador decidió que era tiempo de competir.
La idea le gustó porque contendería contra sus amigos pero comenzó perdiendo, y entonces su mente recibió un golpe de tristeza y disgusto, porque simplemente no sabía qué hacer para ganar.
“Obviamente era un niño muy chiquito, así que en ese entonces no sabía por qué perdía, si se supone que lo hacía todos los días, me esforzaba. Digamos que estaba flaco, así que suponía que era una ventaja y la verdad es que no era”, recuerda.
Su madre Sara Delgado recuerda la primera competencia de Paulo en el lago de Tequesquitengo, al sur de Morelos, en la cual el niño de entonces 9 años perdió la ruta de nado. “Lo tuvieron que ir a sacar, estaba muy lejos de la ruta. Normalmente cuando estás nadando en aguas abiertas hay señalizaciones, boyas, pero a veces no te ubicas, y esa fue su primera competencia”, contó.
En ese tipo de competencias, explica Paulo, los atletas duran aproximadamente dos horas en el agua, sin descansos, cuando la prueba es de 10 kilómetros, por lo regular.
Pero llegaría su primera satisfacción como competidor en 2021 cuando ganó su primera medalla de Juegos Conade. Una de las preseas la ganó en alberca y otra en aguas abiertas.
¿Qué sentiste?
“Alivio y el placer de saber que mi trabajo había funcionado”.
¿En quién pensaste cuando recibiste la medalla?
“En mis papás y en mis compañeros”.
¿Cuál ha sido el momento más difícil para ti en ese deporte?
Pues yo creo que más que nada todos los días son muy difíciles, porque pasan cosas que…no sé. Hay cosas que no puedes hacer y eso es lo difícil para mí la verdad”.
¿Cuál es tu sueño más grande, inmediato?
“Simplemente cumplir mis metas, las que tengo a corto y mediano plazo, y la verdad un sueño a largo plazo no tengo”.
¿Te ves te ves triunfador?
“Sí, sí, la verdad es que pienso lograr dar mi 100%, yo creo sí”.
¿Cuál es el motor que te anima todos los días a empujar en esta carrera? “Mis compañeros, mis rivales y mi familia”.
¿Después de esta carrera que sigue?
“No sé, supongo que ayudar a mis papás en lo que sea y también disfrutar tal vez de los años que me perdí un poco”.
¿Perdiste en qué sentido?
“Digamos que siempre venía a entrenar todos los días y mientras mis amigos estaban en su casa, haciendo proyectos escolares y obviamente eso era muy divertido, o de fiesta, y pues yo me la pasé aquí en la alberca”.
¿Pero es un esfuerzo que vale la pena y que puede provocar mayores satisfacciones, no?
“Sí, sí, claramente, o sea, simplemente es algo que a mí me gustaría también experimentar”.
¿Tienes algún mensaje para Morelos, para México?
“Échenle ganas. No hay secreto para lograr lo que quieras, simplemente es hacer un buen plan y lograrlo”.