CARACAS (AP) — Miles de venezolanos salieron el lunes a las calles de Caracas para protestar contra la reelección del presidente Nicolás Maduro después de que en la mañana fuera proclamado ganador de las elecciones realizadas la víspera, un resultado que fue desconocido por la oposición y varios países de la región.
Mientas las protestas se sucedían en las calles de Caracas, la líder opositora María Corina Machado compareció a media tarde junto al candidato Edmundo González para ratificar su postura de la noche anterior: desconocer el anuncio de la autoridad electoral sobre la victoria de Maduro e insistir en que González es el presidente electo.
Machado aseguró que tienen cómo “probar la verdad” de la victoria de la oposición en las elecciones presidenciales y convocó a sus seguidores a una concentración en la capital para “demostrar la fuerza y la mayoría que somos”. Por la noche liberarán las pruebas públicamente, afirmó.
“Tenemos el 73,20% de las actas y, con este resultado, nuestro presidente electo es Edmundo González Urrutia”, aseguró Machado, indicando que ni siquiera si el mandatario venezolano obtuviera el 100% de los votos de las actas que no pudo verificar la oposición le alcanzaría para superar a González.
Por su parte, el candidato opositor pidió “calma y firmeza” en las muestras de rechazo a los resultados de las elecciones y agradeció a la comunidad internacional por sus reclamos de transparencia al gobierno de Maduro.
Consideró poco responsable que la autoridad electoral haya hecho un “anuncio prematuro de resultados sin haber sido auditados”, y ratificó su “triunfo categórico y matemáticamente irreversible”.
Durante la tarde y noche del lunes se reportaron nuevos incidentes violentos en algunas localidades del centro y occidente del país, donde enardecidos manifestantes derribaron al menos tres estatuas del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Uno de los incidentes tuvo lugar en la ciudad costera de La Guaira, cercana a la capital venezolana, donde decenas de jóvenes, algunos con los rostros cubiertos con camisetas, derribaron a golpes una estatua de bronce de Chávez de casi 2 metros de altura que fue colocada en una plaza de la localidad en el 2017, cuatro años después de la muerte del gobernante.
Tras tumbar la figura, los jóvenes la arrastraron por la calle mientras la golpeaban con palos, según un video que fue compartido con The Associated Press por Nadeska Noriega, una periodista que vive en la localidad. Los manifestantes luego la envolvieron en una bandera venezolana y le prendieron fuego.
En Petare, el barrio pobre más grande y ubicado al este de la capital, la gente empezó a media mañana a caminar gritando contra Maduro y algunos jóvenes con los rostros cubiertos arrancaron carteles de su campaña colgados en postes y paredes mientras otros gritaban “¡Y va caer, y va caer, este gobierno va a caer!”.
Entre gritos de “libertad” e improperios contra el gobernante, los manifestantes protestaban contra los resultados que ofreció el Consejo Nacional Electoral (CNE), que proclamó oficialmente ganador a Maduro.
“El pueblo está molesto. Tiene que irse de una forma o la otra”, afirmó María Arraez, una estilista de 27 años que salió a calle con una gran bandera venezolana sobre la espalda.
En una de las principales avenidas del este de la ciudad estaba Cleiver Acuña, un artista de tatuajes de 21 años que se concentró con miles de personas para protestar contra el mandatario venezolano. “Nosotros no nos podemos dejar robar esta libertad que nos están robando desde hace 25 años”, dijo Acuña mientras exigía que, en “santa paz”, Maduro se vaya de la presidencia.
Decenas de policías nacionales, con equipos antimotines, bloquearon el paso de la caravana que había llegado hasta el barrio de clase alta de Las Mercedes y dispersaron a los manifestantes con gases lacrimógenos. Algunos de los manifestantes atacaron con piedras y otros objetos contundentes a los policías, apostados al comienzo de la avenida principal de esa urbanización.
Horas más tarde, Maduro rechazó los disturbios y afirmó que son hechos articulados con un supuesto plan para desestabilizar su gobierno.
“Hemos estado haciendo seguimiento a todos los hechos de violencia promovidos por la derecha extremista, les puedo decir que, sí han hecho daño”, señaló. “Con la unión cívico-militar policial”, planteó neutralizarlos en un mensaje al país transmitido por la televisión estatal desde el palacio de gobierno.
El mandatario denunció que fueron detenidas decenas de personas y que “el 80% de los capturados tienen antecedentes penales”, sin dar más detalles.
El CNE declaró oficialmente el lunes a Maduro ganador de los comicios con lo que logró la reelección para un tercer período y recibió las credenciales que lo acreditan como mandatario hasta 2031.
El titular de ese organismo electoral, Elvis Amoroso, dijo en la ceremonia de proclamación que los “venezolanos expresaron su voluntad absoluta, eligiendo presidente constitucional” a Maduro y que la elección “se desarrolló en un clima de respeto, paz y participación democrática; aunque algunos pretendieron generar violencia”.
Según el CNE, Maduro logró la victoria con 51% de los votos por 44% del diplomático retirado Edmundo González, el postulante del mayor bloque opositor.