fbpx

La inseguridad y el cobro de piso: un freno al progreso en Cuautla

Por Andrés Salas
Cuautla, Morelos; 23 de diciembre 2024 – Cuautla, un municipio conocido por su rica historia y su vibrante vida comercial, enfrenta hoy una de sus peores crisis debido a la inseguridad y el cobro de piso. Esta práctica extorsiva ha llevado al cierre de numerosos negocios, afectando no solo la economía local, sino también el tejido social de la ciudad.

La extorsión, que obliga a los comerciantes a pagar cuotas a grupos criminales a cambio de «protección», ha escalado a niveles alarmantes. Los comerciantes que se niegan a pagar enfrentan amenazas, violencia e incluso la muerte. Esto ha generado un clima de miedo y desconfianza que afecta a toda la comunidad. Según representantes de comerciantes del centro histórico de Cuautla, entre el 10 y 15 por ciento de los aproximadamente 14 mil establecimientos comerciales han cerrado sus puertas definitivamente.

La falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades ha agravado la situación. A pesar de la presencia de fuerzas federales como el Ejército y la Guardia Nacional, los delitos de extorsión y los ataques a negocios continúan en aumento.

La inseguridad no solo impacta a los negocios y sus propietarios, sino que también tiene un efecto dominó en toda la economía local. La disminución de turistas, que temen por su seguridad, ha llevado a una reducción en los ingresos de los sectores hotelero, restaurantero y de servicios. La confianza en las instituciones se ve erosionada y el desarrollo económico se estanca.

Es crucial que las autoridades locales y estatales tomen medidas inmediatas y efectivas para combatir el cobro de piso y la extorsión. La seguridad debe ser una prioridad para garantizar un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento económico. Cuautla tiene el potencial de ser un motor económico en la región, pero para ello necesita un entorno seguro donde los negocios puedan florecer sin el temor constante de la violencia y la extorsión.

El camino hacia la recuperación no será fácil, pero con voluntad política, coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad y el apoyo de la comunidad, es posible devolver la paz y la prosperidad a Cuautla. Es hora de cerrar filas contra la delincuencia y trabajar juntos para construir un futuro más seguro y prometedor para todos.

Pero no basta con que las autoridades realicen acciones preventivas, también la ciudadanía debe poner de su parte, pues la denuncia es un cimiento importante para lograr detenciones de quienes tanto daño le han causado a la capital histórica de Morelos. Que no se nos olvide que Cuautla logró romper el sitio en 1812 y en 1910 fue cuna de la revolución. Ya lo decía mi abuelita: «El valiente vive, hasta que el cobarde quiere. Hasta la próxima columna apreciados lectores.