La columna de Andrés Salas
Una precampaña o campaña política, es como un embarazo, se tiene que cuidar, comer sano, ir a vigilancia médica al menos cada mes y realizar constantemente diferentes estudios para confirmar que todo está bien, para que al noveno mes llegue el parto y con ello el o la bebé.
Aplica perfectamente para una pre o campaña política y quienes le saben o se dedican a eso lo pueden confirmar. El caso aquí, es que han comenzado las precampañas, este sábado 25 de noviembre, Margarita González Saravia, decidió iniciarla en el pueblo indígena de Xoxocotla, evento donde el propio presidente nacional de Morena, Mario Delgado, le entregaría la constancia que la acredita como precandidata única a la gubernatura de Morelos. Sin embargo, la organización y el mitin resultó un fiasco y un mal inicio para la también ex Secretaría de Turismo y dueña del balneario «Las Estacas».
Primeramente, la prensa fuimos convocados para un lugar, mismo que a pocas horas de llevarse a cabo el evento, la cede fue modificada. En el lugar, fueron colocadas vallas y delimitaciones para que la gente no tuviera aglomeraciones, sin embargo, la gente esperada nunca llegó.
Personajes políticos de todo el estado, se dieron cita en el evento, pero la unidad qué tanto vienen pregonando no se vio, pues Ni Víctor Mercado, ni Sandra Anaya, ni Rabíndranath y menos Tania Valentina acompañaron a la ya precandidata al gobierno de Morelos, vaya, ni la propia dirigencia estatal acudió al arranque, sin duda, Margarita fue rechazada por algunos morenistas.
Hubo algunos alcaldes que acudieron, pero no se vio de ninguna manera, el musculo que muestra un fisiculturista para un torneo de la rama deportiva. El antes fiel escudero de Graco Ramírez y hoy de Margarita González Saravia, me refiero a Javier García Chávez «El Gato», notó que el arranque no fue bueno, pero prefirió guardar silencio. Margarita sonreía pero no estaba contenta. Ni un candidato a Ayudante municipal de la colonia tiene tan poquita gente en un mitin de campaña.
El discurso de Margarita González Saravia fue tibio, como ya es costumbre. Hoy, los morelenses necesitan escuchar un posicionamiento claro sobre la inseguridad y violencia que vive Morelos como nunca en su historia; sin embargo, a Margarita no le gusta meterse a esos temas y por eso, ni los asistentes sintieron conexión con ella.
El equipo de Morena, bueno, de Margarita, deberá sentarse y ordenar las cosas, van a competir contra Lucía Meza, una mujer dura, con carácter, con discurso y que conoce a Morelos; no les va a ser fácil a los morenistas poner al tiro (como se dice vulgarmente) a Maguito, pero si esto continúa así, el embarazo tendrá problemas, al grado de convertirse en embarazo de alto riesgo.
El buen Carmelo Enríquez (compañero de vida de Margarita) ya está viejo, ya no rinde como antes, es un lobo de mar, la política ha cambiado; pero una gran virtud de Carmelo, es que es buen observador y que sabe cuando algo no está bien, seguramente ya lo detectó y se lo hará saber a González Saravia; si continúan aferrándose a que solo por ser de Morena van a ganar, les adelanto, que el parto no será normal, van a requerir de una cesárea, pues el niño traerá el cordón umbilical enredado en el cuello y si aún así no la captan, en junio, Margarita González Saravia recibirá no a su bebé, sino un acta de defunción que acredite qué su niño nació muerto.
Y es que ya lo decía mi abuelita: «No hay peor tonto que el que no quiere ver». Mañana lunes le tendré una columna sobre el tema de seguridad y sobre la titular de la misma en Cuautla. No se la puede perder. En tanto, disfrute de este domingo familiar.