*Los puntos negros y blancos, lo bueno y malo de la semana. La columna de Alejandro Retana.
No, no, no, de verdad que no puedo con esto. No cabe duda que para cometer tonterías no se estudia. Mire usted, el día de ayer se conmemoró el día internacional de los pueblos indigenas; Cuautla, fue elegido por el gobierno del estado para llevar a cabo en coordinación con el Ayuntamiento de esta ciudad, un programa durante todo el día, la explanada de Tetelcingo, fue la sede donde se desarrollaron diversas actividades, todas culturales para celebrar el orgullo indígena no solo de la región, sino de la totalidad de municipios que conforman Morelos.
El día inició bien, las actividades transcurrian en completa calma, sin embargo, luego de finalizar el programa oficial donde el presidente municipal fue reconocido por grupos indígenas con el bastón de mando, el delegado político de Tetelcingo, Roberto Casasanero Ariza, subió al escenario y pidió la palabra.
El presidente municipal ordenó que le fuera otorgado el micrófono, sin embargo, Casasanero Ariza se negó a tomarlo y comenzó a sacar su furia acumulada durante las primeras horas de su día.
«Nosotros no fuimos invitados a esta celebración con todo el protocolo que se sigue» dijo en sus primeras palabras la autoridad auxiliar de Tetelcingo, aseguró ser pisoteado junto con el comisariado ejidal y junta de mejora, expresó que el evento era una hipocresía del mismo ayuntamiento y recalcó que por eso peleaban su municipalización, señalando al alcalde cuautlense le dijo que no era grato para recibirlo en tetelcingo, sin embargo, los habitantes de la comunidad indígena presentes lo le dieron la espalda y dijeron que ellos lo habían invitado y que no era grato para el, pero que no podía hablar por el pueblo.
Pese a esto, Roberto Casasanero alzó más la voz y dijo que no era justo que el ayuntamiento le diera 5500 pesos a 5 personas que colaboraban con el en la delegación; ¡vaya! Ya salía el peine.
Y es que durante muchos años, quien ocupaba la delegación política de Tetelcingo, gozaba de privilegios que algunos Alcaldes de Cuautla preferían darles para evitar tener manifestaciones de grupos políticos del pueblo indígena. Sin embargo, Rodrigo Arredondo decidió ya no dárselos, lo que despertó el enojo no solo de Roberto Casasanero Ariza, sino de diversos personajes que por años han vivido de Tetelcingo.
El Delegado de Tetelcingo no debe olvidar que su encargo es un puesto que no tiene sueldo y debe ser honorífico, pero sobre todo debe estar consiente que es únicamente una autoridad auxiliar, no el mesías ni el tlatuani de la comunidad indígena. Tetelcingo tiene historia y tradición, pero eso no significa que siga siendo gobernado por abusos y costumbres, ojalá y pronto lo entiendan, pues de no ser así les pasará como a Xoxocotla, donde se han matado por el puesto de presidente municipal indígena. Al tiempo…
