*Trascendió que el número de expulsados ha subido a 4 alumnos.
La columna de Andrés Salas
El colegio “La Paz” es conocido no solo por su formación católica y calidad académica con una tradición en Cuautla, pero también ha tenido grandes escándalos, sobre todo por acusaciones de acoso y abuso sexual por parte de personal de la institución contra alumnos, en su mayoría menores de edad; tal como ocurrió en el 2004, un profesor fue acusado de violar a una alumna, por este hecho se prendieron los focos rojos en otras escuelas donde presuntamente laboraba el señalado.
En 2015, fueron detenidos un conserje y una profesora señalados por abusar sexualmente de una menor de 4 años. En 2020, alumnas de la escuela acusaron a personal de la propia escuela de violentarlas y enviaron un pliego petitorio a la dirección de la escuela, misma que como en este y otros casos, lo han negado rotundamente.
Lo serio de este último hecho registrado, es que la escuela dio a conocer a padres de familia de otros salones cuando trascendió la noticia por parte de los comentarios de los alumnos a sus familiares, es que los alumnos del grupo de primero de preparatoria se habían intoxicado por alimentos, aun y cuando el cuerpo directivo, ya contaba con las pruebas físicas y la versión de los implicados en que lo que habían ingerido eran brownies de marihuana.
Ayer, trascendió que la directiva de la escuela, decidió expulsar a un alumno más que presuntamente estuvo involucrado en los hechos. Sin embargo, hasta este día, la escuela no se ha pronunciado de manera oficial respecto al caso, pero tampoco ha informado a la fiscalía de la región oriente como es su obligación, por lo que no solo oculta, sino también se ha convertido en cómplice del consumo de drogas al interior de la escuela. Un delito que está tipificado en el código de procedimientos penales y un pecado establecido en la biblia.
Este medio, buscó vía telefónica a la directora del plantel vía telefónica, sin embargo, nos informaron que no se encontraba, al preguntar si existía ya algún comunicado respecto a los hechos, la recepcionista negó conocer esa información. Sin duda alguna este tema causará relevancia en los próximos días; esta generación va a acabar con reputación del colegio y sacará canas verdes a las religiosas. Ya lo decía mi abuelita: Lo único que saben decir las monjas y frailes: Oren y Callen. Hasta la próxima mis apreciados lectores.