La columna de Andrés Salas
Cuernavaca, Morelos; 06 de diciembre 2024 – Han pasado 65 días desde que Margarita González Saravia asumió la gubernatura de Morelos, y los ciudadanos ya sienten el desencanto ante las promesas de campaña que parecen cada vez más lejanas de cumplirse. La seguridad, uno de los temas más críticos, es el primer ejemplo de esta desilusión.
Al inicio de su mandato, la Gobernadora aumentó el salario de los policías estatales, una medida necesaria y obligatoria. Sin embargo, si en el presupuesto 2025 el Congreso del Estado no asigna al menos 2,027 millones de pesos destinados a este fin, los recursos serán insuficientes para implementar acciones preventivas efectivas que garanticen una mejoría en la seguridad en la entidad. Como bien se dice, «cualquier política pública sin la suficiencia presupuestaria correcta, solo es una buena intención».
Si el gobierno de Margarita González Saravia espera que la federación acuda al rescate, están perdidos. La prioridad del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo son los programas sociales, aquellos que benefician directamente a su partido en las elecciones.
En Morelos, la violencia no da tregua. En la última semana, un niño de 11 años en Yautepec y un hombre en Cuautla perdieron la vida en ataques armados, ninguno de los dos eran el blanco, pero se encontraban en el lugar de los hechos y una bala pérdida, les arrebató la vida. Ayer, un joven estilista de Cuautla, fue acribillado en su propio negocio. Pese a esto, la Gobernadora ha decidido no hablar más de temas de seguridad, delegando esta responsabilidad al titular de la SSPC, Miguel Ángel Urrutia Lozano, el cual ya da muestras de hartazgo.
La incomodidad del gobierno de González Saravia ante las preguntas de la prensa sobre sus responsabilidades es evidente. Si los reporteros continúan cuestionando sobre temas incómodos, no sería sorprendente que las conferencias de prensa semanales sean canceladas.
A pesar de la grave situación de inseguridad, la Gobernadora presentará este viernes al «Atlante» como el nuevo equipo de fútbol de primera división en Morelos, que jugará en el estadio «Agustín Coruco Díaz» de Zacatepec. ¿Está el estadio en condiciones para operar? ¿Cuánto costará habilitarlo y quién pagará la inversión? ¿Cuántos policías se necesitarán para garantizar la seguridad en el estadio y sus alrededores? Estas son preguntas que merecen respuestas, pues estoy seguro, que con esta decisión, se debilitará más el esquema de seguridad de los municipios.
La realidad es que los políticos deben dejar de pensar en ellos mismos y hacer su trabajo, que para eso fueron contratados por el pueblo. Ya lo dice el dicho: «Eramos muchos… Y ya parió la abuela». Ni Cuauhtémoc Blanco a quien tanto cuestionaban, se atrevió a tanto. Hasta la próxima columna apreciados lectores.