•Un platillo nacido en Cuautla y que ha pasado fronteras.
Por Andrés Salas
Cuautla, Morelos 04 de Octubre 2024 – En el corazón de Cuautla, un platillo que ha trascendido generaciones y se ha convertido en un símbolo de la gastronomía local: el taco de arroz, también conocido como taco acorazado. Este delicioso manjar tiene una historia rica y entrañable que se remonta a principios del siglo XX.
La historia comienza en 1908, cuando Felicitas Sánchez Sandoval, una mujer emprendedora y visionaria, decidió vender tacos de arroz en los andenes de la estación del ferrocarril de Cuautla. Doña Felicitas, como era conocida, preparaba una gran cazuela de arroz morelense, considerado el mejor de la región, y lo acompañaba con huevos duros, creando así una combinación sencilla pero deliciosa.
El nombre “taco acorazado” proviene de la robustez del platillo, que incluye dos tortillas, arroz y diversos guisados como huevo, milanesa, chiles rellenos, entre otros. Este taco no solo era una opción nutritiva y económica para los trabajadores y pasajeros del ferrocarril, sino que también se convirtió en un símbolo de la resiliencia y creatividad de las mujeres morelenses.
A lo largo de los años, el taco de arroz ha evolucionado, pero su esencia se mantiene intacta. Hoy en día, es común encontrarlo en mercados y festivales locales, donde sigue siendo un favorito entre los habitantes y visitantes de Cuautla. Además, ahora, cada año se celebra el Festival del Taco de Arroz, un evento que rinde homenaje a este platillo y a su creadora, Doña Felicitas.
La influencia de Doña Felicitas y su legado gastronómico perduran, recordándonos la importancia de las tradiciones culinarias y el impacto que una sola persona puede tener en la cultura de una comunidad. El taco de arroz no es solo un alimento; es una parte integral de la identidad de Cuautla y un testimonio del ingenio y la dedicación de sus habitantes.