Por Andrés Salas
A muchos les cayó como balde de agua fría la decisión del presidente municipal Rodrigo Arredondo López, respecto a despedir a 200 trabajadores del Ayuntamiento de Cuautla, esto, para poder sanear un poco las arcas municipales. La realidad, es que o se hacía eso o se colapsan los servicios a la ciudadanía; para mi gusto, fue un acierto del municipe cuautlense; sin duda alguna, generará un clima nublado por algunas semanas al ayuntamiento, pero que al paso de los meses, hará que quienes se queden, pongan más y mejor empeño en su trabajo.
La reducción en la nómina, dará un respiro profundo al tan golpeado ayuntamiento, pues el ahorro en 24 meses, será de alrededor de 88 millones de pesos; mismos, que serán utilizados para mejorar la seguridad pública, a través de la compra de armamento, patrullas y contratación de nuevos elementos. Por otro lado, se invertirá en servicios públicos, refiriéndome con ello a pavimentación, drenaje, agua potable, alumbrado público y hasta recolección de basura.
Hay algo en lo que yo no estoy de acuerdo, pero ni soy autoridad ni tengo voto en el cabildo. Me refiero al programa alimentario que pretende establecerse con parte del ahorro que se tendrá, pues el ayuntamiento 2022-2024, pretende crear comedores comunitarios del buen y bien comer, a quien se le ocurrió esa idea, seguramente no conoce Cuautla. Pero ese, es otro tema.
En tanto, es cierto, 200 personas tendrán que salir de su zona de comfort y deberán salir a buscar trabajo, ya lo decía mi abuelita, el que es perico, donde quiera es verde; como el próximo extinto sindicato de ese color. Hasta la próxima mis queridos lectores.