Por Andrés Salas
Al menos el último año, nuestra querida Cuautla ha sufrido hechos violentos como nunca se habían vivido, cobro de piso, asaltos a mano armada, secuestros y asesinatos, han estado a la orden del día.
Hace apenas un año, autoridades y algunos ciudadanos, le echaban la culpa a los bares y antros por la violencia que se vivía y hasta los tipificaba como lugares de mala muerte donde lo único seguro que se tenía era una balacera. Se olvidaron que en esos lugares trabajaban personas que eran el sustento de decenas de familias en la ciudad. Los balazos y el miedo, acabaron con la vida nocturna de Cuautla. Restaurantes nocturnos, taquerías y quien se dedica al transporte de noche, hoy sufre por que sencillamente ya no hay chamba, ya no hay gente.
Hace aproximadamente 2 meses la violencia se agudizó, los hechos violentos ahora se presentaban a plena luz del día, podía ser en una cancha de fútbol y en pleno centro de Cuautla, la violencia se tornó imparable. Ya no hay bares y antros a los que les echen la culpa; el cobro de piso, robo a mano armada y hasta secuestro comenzaron a darse a pequeños negocios qué apenas y subsistian con sus ventas; comenzaron a cerrar. Hubo ya, quien hasta decidió abandonar esta bendita tierra.
No es mi función hablar de grupos criminales, eso le corresponde a las autoridades. Sin embargo, hoy me desperté recordando qué es el aniversario del nacimiento de hombre por el cual nuestro estado lleva su nombre, un hombre que dio su vida por México, alguien que luchó por la independencia y la libertad. José María Morelos y Pavón.
Recordé lo maravilloso que era salir de día o de noche en los años 90s en esta ciudad, caminar del centro hasta mi casa sin temor a nada ni a nadie. Visitar Zarco discoteque y saludar a mis paisanos en el antro. Recordé que cuando se pasaba por la calle y nos topabamos con alguien, se decía buenos días, tardes o noches según fuera el caso.
La culpa de que Cuautla hoy esté como está, no solo es de las autoridades, es de nosotros los ciudadanos y debemos asumirla. Es urgente dejar de normalizar la violencia, de ver que algo le pasa a nuestro vecino y no hacer nada; necesitamos tocarnos el corazón, nuestra hermosa Cuautla se está marchitando.
No necesitamos levantarnos en armas, no necesitamos hacer autodefensas, necesitamos desde casa a ser menos fríos, necesitamos comenzar por darnos el saludo en la calle, por cuidar y denunciar lo que pasa en nuestra calle, NECESITAMOS DEJAR DE TENER MIEDO.
Cuautla se caracteriza por haber sido sitiada por el Ejército español durante 72 días, pero mujeres y hombres valientes, rompieron el sitio, la lucha en esta ciudad, fue parte fundamental para que se consumara la independencia de México.
Hoy, estamos a tiempo de hacer que nuestra ciudad renazca, que los negocios vuelvan a abrir, que llegue el sustento y trabajo a quien lo perdió, pero sobre todo, que llegue la PAZ a las familias en la Heroica e Histórica Cuautla, Morelos. Somos más la gente buena, somos más los que amamos esta tierra, somos más los que levantamos la bandera de paz.
Somos más los que pedimos ya que frene la violencia. Ya lo decía Mahatma Gandhi “No hay camino para la paz, la paz es el camino”. Hasta la próxima apreciados lectores.