La columna de Andrés Salas
Cuernavaca, Morelos; 31 de julio 2024 – En el complejo mundo de la justicia electoral, la figura de Martha Elena Mejía, Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Morelos (TEEM), ha estado en el centro de la atención. Analicemos los acontecimientos más recientes:
En el incidente de liquidación de sentencia del 16 de agosto de 2023, Mejía otorgó valor probatorio a documentales privadas que no cumplían con los requisitos legales y fiscales. Entre ellos, se encontraban notas de remisión y recibos de pago, que ni siquiera fueron debidamente ratificados dentro del mismo juicio. Esta decisión ha generado controversia y cuestionamientos sobre su imparcialidad y rigor jurídico.
Producto de su estudio, la Magistrada condenó al Ayuntamiento de Cuernavaca al pago de diversas prestaciones de seguridad social por un monto considerable: más de $632,600.00 (seiscientos treinta y dos mil seiscientos pesos 00/100 M/N). Esta sentencia, aunque aparentemente justa, ha levantado sospechas debido a la extralimitación de sus funciones y atribuciones.
Lo más preocupante es que esta resolución fija un precedente importante. Mejía profundizó en el derecho a la seguridad social, una materia que no debería ser competencia, atribución ni facultad de un tribunal electoral. Algunos la acusan de favores indebidos a cambio de mantenerse en el erario público.
Martha Elena Mejía se encuentra en una encrucijada entre su papel como magistrada y las críticas que la rodean. La transparencia y la imparcialidad son cosas que no conoce, pero que deben prevalecer en su labor, y la sociedad estará atenta a sus futuras decisiones, pero sobre todo nombramientos. Pues si el INE decide darle el espacio como Consejera del IMPEPAC, podría ser un grave error, que tendrán que pagar con la desaprobación ciudadana. Ya lo decía mi abuelita: «Por algo Dios no le dió alas a los alacranes». Hasta la próxima apreciados amigos.