•Pese a ser un proyecto bueno, algunos habitantes protestaron por desconocimiento al proyecto.
La columna de Andrés Salas
Como siempre y por siempre, la semana pasada inició un movimiento vecinal en protesta por el proyecto de instalación de gas natural para Cuautla.
En varios estados, incluso en Cuernavaca y Jiutepec, se ha echado a andar el proyecto novedoso que puede poner fin a los cilindros de gas y también a los tanques estacionarios en los hogares.
Expertos señalan, que el gas natural es más económico y que solo se paga por lo que se consume, pero además es seguro, es un proyecto particular, en el que el gobierno federal, estatal y municipal otorgan los permisos si se cuenta con los lineamientos para implementar la ejecución del plan.
En días pasados, algunos de mis paisanos iniciaron protestas por lo que no conocían y tienen toda la razón y están en todo su derecho, pues la empresa tenía la obligación de darles a conocer el qué, como y porqué, pero se durmió en sus laureles y hoy tienen un conflicto social que pudo no haber nacido si se hubiera tenido la comunicación necesaria con la población.
Sin duda alguna, estoy seguro que en algunos años, Cuautla tendrá gas natural en la mayoría de sus colonias y la ciudadanía estará contenta por haber acabado con los cilindros y tanques estacionarios.
En tanto, quiero recordar, que los permisos sobre seguridad, viabilidad y hasta de protección civil, no los otorga el municipio, al ayuntamiento, solo le corresponde otorgar los permisos de excavación y reposición del pavimento. Andan por ahí confundiendo a la gente con fines meramente políticos, pues se quieren colgar la medallita para presionar a la empresa y ver que pueden sacarle, pero hoy, ¿quien invierte sin tener certeza en un proyecto? Ya lo decía mi abuelita: «No le tengas miedo al chile, aunque lo veas todo colorado».