*El Registro Nacional de Profesionistas no tiene registro de ninguna cédula profesional a nombre de la Legisladora Federal.
Por Andrés Salas
Triste y lamentable que los municipios de Cuautla, Ayala, Tepalcingo, Tlaltizapán y Axochiapan, tengan una representante popular que miente desde que amanece. Ayer, la Diputada Federal Juanita Guerra Mena, aseguró que no le habían permitido el paso al escenario de invitados especiales para el desfile conmemorativo al CCXI aniversario del Rompimiento del Sitio de Cuautla, sin embargo, minutos más tarde, circuló una fotografía que confirmaba que Guerra Mena tenía un espacio reservado para la envestidura que aún representa.
No le voy a dar tantas vueltas al asunto, luego de su relajito, la Diputada Juanita Guerra, acusó al Gobierno Estatal de violentarla y hasta aseguró que presentaría una denuncia en la Fiscalía General de la República. Sin embargo no supo decir cual sería el delito por el cual presentaría la querella en la dependencia federal.
Más tarde la Legisladora Federal Juanita Guerra Mena, compartió una entrevista concedida a un medio de comunicación estatal, ahí, colocó un texto, en el que a la letra decía: ¡NINGÚN TIPO DE VIOLENCIA SERÁ PERMITIDO! Como abogada y orgullosa Cuautlense confío en el Estado de Derecho e Impartición de Justicia. Cero tolerancia a la Violencia Política.
Tras esta declaración, se buscó en el registro público de profesionistas si Juanita Guerra Mena contaba con cédula profesional que confirmara que la Diputada Federal es licenciada en derecho, sin embargo, tras la búsqueda, el sistema arrojó que no se contaba con registro de ello. Es decir, Juanita Guerra Mena no es abogada titulada, por lo que incurre en delitos dispuestos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, además del Código Federal de Procedimientos Penales.
Por lo que Juanita Guerra Mena, podría ser denunciada por cualquier ciudadano y hasta podría ser desaforada de su encargo para poder enfrentar la justicia por usurpar una profesión. Ya lo decía mi abuela: «Para hervir leche y mentir, hay que tener muy buena memoria». Hasta la siguiente columna estimados lectores.